Qué saber antes de adoptar un cachorro: "Los primeros días necesita compañía y que atendamos sus lloros"

No es lo mismo vivir en un chalé en las afueras de una urbe que en un estudio de 30 metros cuadrados cercano a nuestro lugar de trabajo. Algunas razas necesitan de permanente ejercicio para su desarrollo. Contar con un jardín, parque o pinar aledaños puede ayudarnos. Además, están las distintas normas que imponen las comunidades de vecinos, en las que pueden adoptarse restricciones en los edificios a los animales de compañía. Aclara esto antes de lanzarte a adquirir un cachorro.
Un perro cachorro junto a su dueña en el jardín.
PIXABAY
No es lo mismo vivir en un chalé en las afueras de una urbe que en un estudio de 30 metros cuadrados cercano a nuestro lugar de trabajo. Algunas razas necesitan de permanente ejercicio para su desarrollo. Contar con un jardín, parque o pinar aledaños puede ayudarnos. Además, están las distintas normas que imponen las comunidades de vecinos, en las que pueden adoptarse restricciones en los edificios a los animales de compañía. Aclara esto antes de lanzarte a adquirir un cachorro.

Son monísimos, peluditos, tiernos... Los cachorros, sin duda, nos roban el corazón con sus adorables miradas, sin embargo, hacerse cargo de uno  no es una tarea sencilla. Ya de por sí, los perros son de los animales de compañía más dependientes de las personas: necesitan atención, cariño, paseos... Si a estas necesidades, le sumamos que, además son unos primerizos en la vida, la cual es totalmente nueva para ellos, nuestro trabajo con ellos se duplicará.

Cuando optamos por adoptar o comprar un cachorro para que forme parte de nuestra familia, debemos tener claro que estamos introduciendo en nuestra casa un ser que necesita aprenderlo prácticamente todo (por su puesto, debemos adquirirlo después del periodo de socialización que debe pasar con su madre y hermanos, siempre que sea posible).

Es por este motivo que, antes de ser impulsivos y dejarnos llevar por el encanto que envuelve a estos adorables peludos nos informemos bien de sus necesidades como individuo (los cuidados propios de la raza que elijamos si estamos comprando o adoptando una raza determinada), y también como perro joven.

"Aunque parece una obviedad, hay que tener en cuenta que es un cachorro y, como tal, va a hacer alguna que otra travesura", asegura Sonia Losada, profesora en activo del curso profesional de Educación canina y Adiestramiento de l’Escola d’oficis de Catalunya y conocida como Xila's Training.

Comportamientos típicos de los cachorros

Antes de la llegada del perro a casa, como si de un bebé se tratase, tenemos que adecuar el hogar a sus necesidades. "Debemos quitar los objetos peligrosos de su alcance, así como las cosas valiosas que no queremos que muerda, ya que él, al principio, no va a diferenciar sus juguetes de nuestras cosas", explica Losada. "Por ello, al menos temporalmente, las guardaremos y, si lo dejamos a su alcance, será completamente responsabilidad nuestra".

"Los primeros días del cachorro en casa tenemos que estar con él, necesita compañía y que atendamos sus lloros para que, si necesita ayuda con algo, se la proporcionemos", comenta. "Esto le dará confianza y seguridad, al igual que ocurre con los bebés, según estudios realizados sobre este tema".

Otra tarea importante que debemos hacer con la llegada del cachorro es establecer las normas, las cuales serán las mismas durante toda la vida del perro. "Si vamos a permitir que se suba al sofá o a nuestra cama, por ejemplo", cuenta Losada. "De cachorros son todos pequeños, pero igual cuando crecen no nos hace tanta gracia que se suba encima nuestra".

"Si de repente, a los ocho meses ya no le permites hacer algo que lleva toda su vida haciendo, el perro no va a tenderlo", detalla. "Pasa lo mismo con lo de saltarle encima a la gente y con muchos otros comportamientos que no valoramos que puedan ser incómodos cuando el peludo crezca".

Los perros muerden para liberar estrés o para llamar nuestra atención

Entre los comportamientos más habituales de los cachorros se encuentran los mordiscos y, para evitarlos, es importante, primero, entender por qué lo hacen. "Lo harán para liberar estrés o para llamar nuestra atención", asegura Losada.

"Si el perro está mordiendo algo que no queremos, en vez de regañarles, lo ideal es que nos movamos de habitación ya que, probablemente, éste nos siga y deje de morder lo que sea", cuenta la educadora canina. "Si nos acostumbramos a sujetar su juguete o mordedor cuando necesite atención, el perro irá a morder sus accesorios cuando quiera pedírnosla".

En el caso de que nos muerda las manos, "será tan sencillo como darnos la vuelta e irnos de la habitación, es decir, quitarles nuestra atención". "También, aquí es importante no fomentar juegos de manos", añade la experta en comportamiento canino.

Una adecuada gestión de los paseos

Otros de los comportamientos que podemos esperar de los cachorros es que se produzcan escapes de pipi y caca en casa (especialmente de los primeros). "Si se hacen bien los paseos, en una semana o dos, el perro lo hará todo fuera", asegura Losada.

"Reñirles cuando lo hagan en casa no va a servir de nada, porque probablemente no entiendan que esté mal, es una necesidad fisiológica", añade. "Sí podemos premiarlos cuando lo hagan en los paseos, pero lo primordial es que las primeras salidas no sean muy exigentes".

Losada se refiere a que no convirtamos la calle en un lugar aversivo e inseguro, transformando el salón de nuestra casa en su espacio seguro para hacer sus necesidades. "No hacen falta largos paseos y, sobre todo, dejemos que sea el perro el que decida, más o menos, por dónde ir, qué olfatear, ya que se encuentran en un lugar nuevo", añade la educadora canina.

Los paseos deben ser para explorar el mundo que les rodea, hay que plantearlos como un acompañamiento del cachorro

Esto va muy ligado a otro comportamiento típico que se produce en los paseos: los tirones de correa. "Si el cachorro va tirando y no huele, se va a frustrar", afirma Losada. "Los paseos deben ser para explorar el mundo que les rodea, hay que plantearlos como un acompañamiento del cachorro, en vez de llevarlo nosotros a algún sitio".

"El paseo recomendado es de cinco minutos por mes de vida, multiplicado por dos, es decir, un cachorro de ocho meses debería pasear cuarenta minutos por la mañana y 40 minutos por la tarde", añade. "Y no es recomendable superar los tiempos".

Losada asegura que "es mejor tardar en llegar a la esquina de la calle porque el perro va parando, oliendo, a que tardes cinco minutos y que no olfatee nada". "Si va husmeando y va relajado, no va a tirar de la correa", concluye.

Inés López
Colaboradora '20minutos'

Soy Inés López García. Me formé en la Complutense con la intención de acabar informando sobre animales y medioambiente. Tuve mi primera oportunidad laboral en el medio local 'Madridiario'; luego entré en '20minutos', donde pude escribir sobre cine, series y videojuegos, mis tres hobbies. Me mudé a Londres para mejorar el inglés y escribir sobre el Brexit y el covid en la distancia. En la actualidad escribo sobre lo que siempre quise, animales, en la sección Animaleros de '20minutos'.

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